Comentario
Comillas es una localidad situada entre cuatro pequeños cerros a pocos metros de la costa, a orillas del Cantábrico. Es denominada también "Villa de los arzobispos" por haber nacido allí cinco prelados que ocuparon la diócesis entre el siglo XVII y XVIII. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985.
Destaca por la calidad y número de obras y monumentos los cuales hacen patente un testimonio bien definido de las artes de finales del siglo XIX en España.
La construcción de los edificios más representativos de la villa va relacionada con la vida de los primeros marqueses de Comillas, Antonio López y López y posteriormente su hijo Claudio López Bru. El primer marqués de Comillas, Antonio López López, fue un indiano cuyo ascenso económico y social fue imparable desde su regreso de Cuba y el establecimiento de sus negocios en Barcelona, culminando con la conexión en 1878 del título de marqués de su villa natal, Comillas, como reconocimiento de Alfonso XIII al apoyo económico y material prestado en la lucha contra la insurrección cubana. A partir de este momento la villa se personaliza en la figura del marqués y se levanta un monumento en su memoria.
De este período surgen obras de gran importancia para la historia del arte español como el Palacio de Sobrellano (1881-1890), de Joan Martorell i Montells, la Capilla panteón (1881), también de Joan Martorell i Montells, el Capricho (1883), de Antoni Gaudí, el Santo Hospital (1888), de Cristóbal Cascante y Colom, la Fuente de los Tres Caños (1899) de Lluís Domènech i Montaner, el Monumento al Marqués (1890), de Cristóbal Cascante y Colom y Lluís Domènech i Montaner, y la Universidad Pontificia (1892), de Joan Martorell i Montells, Cascante y Domènech.